miércoles, 29 de noviembre de 2017

Los asentamientos primitivos en la cuenca del Jarama

Hace unos 10.000 años el clima nos deparará su último gran cambio. La glaciación, cuyo momento culminante presentó las temperaturas más bajas hace 18.000 años, da paso a un nuevo periodo templado que durará con variaciones hasta nuestros días. Estamos en el Paleolítico superior, a caballo entre el final de los tiempos pleistocenos y a punto de entrar en el Holoceno, o tiempos actuales.

Para entonces, la única especie no extinta de nuestro género será el H. sapiens, quien deberá encarar el cambio climático y adaptarse a las nuevas circunstancias, algo que en realidad nunca dejó de hacer. El retroceso de los hielos de la glaciación y la revolución en la forma de vida que tenían los humanos de entonces conformarán con gran exactitud el mundo que hoy conocemos.

Poblado neolítico junto al Manzanares o al Jarama. Fuente: "La Tierra Apropiada"

Los cambios en el clima provocarán extinciones y migraciones de la fauna cuaternaria, desencadenando una crisis a gran escala en las costumbres de aquellos hombres que debieron adaptarse o seguir el curso natural de nuestra propia extinción.

En el mismo centro de educación medioambiental de El Campillo, puede verse una representación de las cabañas paleoliticas. Simples construcciones de paredes de tierra y techos de paja. No muy diferentes a como serían muchos siglos después las casas de los celtiberos o de los castreños. Si bien en estos últimos casos las paredes serían de piedras y las chozas mas amplias. Notese el detalle de la ausencia de ventanas en las paredes. El hombre primitivo vivía en la casa únicamente para calentarse y para dormir. No necesitaba ventanas y lo que procuraba era guardar el máximo calor posible



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